Las ciudades españolas suspenden a la hora de promover una movilidad compartida no contaminante
- Las ciudades españolas analizadas obtienen resultados malos frente a otras importantes ciudades europeas en una nueva clasificación de 42 ciudades. Este estudio europeo evalúa en relación a sus esfuerzos por introducir el transporte compartido y de cero emisiones.
Recientemente se ha publicado la nueva clasificación de la campaña europea Clean Cities, de la que forman parte ECODES y Ecologistas en Acción. El analisis, titulado «Gracias por compartir», analiza la situación de las ciudades en relación con la movilidad compartida y eléctrica: bicicletas compartidas, bicicletas eléctricas y VMP; coche compartido eléctrico; autobuses de cero emisiones; e infraestructura de recarga.
Los resultados sugieren que el objetivo de reducir las emisiones del transporte en las ciudades se puede apoyar significativamente al facilitar que la población abandone la propiedad privada de los coches. Los servicios de transporte compartido y eléctrico son mucho más simples, baratos y rápidos de implementar que aquellos que otras opciones.
El informe señala que las ciudades españolas están progresando en la habilitación de servicios de micromovilidad compartidos, pero muy lentamente. Madrid tiene más de 4.000 bicicletas eléctricas compartidas en sus calles, aunque en los últimos meses ha habido grandes problemas de gestión con el servicio público de bicicletas, BiciMad. Una de las ciudades líderes de la tabla, París, tiene más de 18.000. En general, Madrid tiene 3,1 bicicletas o VMP compartidos por cada 1.000 habitantes (puesto 32 de 42); Granada tiene 2,2; Barcelona lo está haciendo algo mejor con 5,7 por cada 1.000 habitantes.
“Además del largo camino que queda por recorrer para favorecer la movilidad compartida en las ciudades, resulta muy preocupante la actual situación en la que algunos responsables municipales están proponiendo una reducción de carriles bici y carriles exclusivos para el autobús. Las olas de calor extremo y los picos de contaminación, como el vivido la semana pasada en Madrid, exigen que se priorice la movilidad menos contaminante frente al uso del coche privado”, ha señalado Carmen Duce, coordinadora de Movilidad y Transporte de Ecologistas en Acción.
Asimismo, el informe apunta que las ciudades españolas se están quedando atrás en la puesta en marcha de servicios de automóviles eléctricos compartidos: Valencia tiene menos de 0,01 coches eléctricos compartidos por cada 1.000 habitantes, al igual que Barcelona. No hay ninguno en Bilbao o Granada, mientras que la ciudad que encabeza la tabla, Copenhague, tiene 1,76 coches eléctricos compartidos por cada 1.000 habitantes. Madrid lo hace mejor en esta puntuación, con 0,59 coches eléctricos compartidos por cada 1.000 habitantes. En cualquier caso, la transformación de la movilidad urbana no pasa sólo por la sustitución de los actuales vehiculos contaminantes por otros 100% electricos, sino por la potenciación del resto de sistemas de transporte, la movilidad activa y la recuperación del espacio publico para las personas.
Cuando se trata de electrificar las flotas de autobuses, Granada tiene menos del 3 % de la flota de autobuses electrificada. Esa cifra es del 8,59 % en Madrid, que ha progresado más lentamente en comparación a otras capitales europeas por la inversión que realizó en vehiculos a GNC, que no son cero emisiones. Por su parte, en Oslo (Noruega), más del 66 % de la flota de la ciudad está compuesta por vehiculos 100% electricos.
“La movilidad sostenible no solo nos permite mitigar el cambio climático, sino que también nos ofrece la posibilidad de reordenar el espacio urbano, promover cambios de hábitos y de mejorar la calidad del aire. Algo que impacta directamente en la prevención y protección de la salud de las personas”, recuerda Cristian Quílez, responsable de transporte y movilidad de ECODES.
Fuente: ECODES