Dispositivos domésticos de bajo coste pueden contribuir a mejorar los modelos de calidad del aire
La contaminación del aire es la mayor amenaza para la salud ambiental en Europa y cada vez más personas están tomando medidas para reclamar su derecho al aire limpio. Un nuevo informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) proporciona una visión general de los dispositivos de bajo costo que los ciudadanos y las ONG pueden utilizar para medir la calidad del aire local.
El informe «Evaluación de la calidad del aire a través de la ciencia ciudadana« presenta ejemplos exitosos del uso de dispositivos simples de bajo costo para medir los niveles locales de contaminación del aire. El informe también explica brevemente cómo funcionan estos dispositivos, resume su fiabilidad y destaca el potencial de dichos dispositivos para responder preguntas sobre la calidad del aire.
El informe de la AEMA muestra que las iniciativas de ciencia ciudadana pueden producir información útil sobre la calidad del aire local. Dicha información se puede utilizar, por ejemplo, para mejorar los modelos oficiales de calidad del aire utilizados para estimar los niveles de contaminación e identificar acciones adecuadas para mejorar la calidad del aire. Las iniciativas a menudo también ayudan a aumentar la conciencia pública sobre los problemas de calidad del aire, lo que puede conducir a medidas públicas más fuertes para abordar el problema o cambios en el comportamiento personal, como cambiar de conducir a caminar o andar en bicicleta.
Sin embargo, los diversos tipos de dispositivos de medición tienen diferentes beneficios y desventajas, y los usuarios deben conocer sus limitaciones, advierte el informe . Aunque algunos dispositivos son relativamente fiables, los sensores de bajo costo pueden, por ejemplo, ser sensibles a las condiciones climáticas o no tener la capacidad de medir concentraciones de contaminantes muy altas o muy bajas.
En el futuro cercano, el creciente número de iniciativas de ciencia ciudadana centradas en la contaminación del aire, junto con nuevos enfoques de digitalización de datos, puede representar un cambio de paradigma en la forma en que se controla la calidad del aire, según el informe de la AEMA. Una gran red de sensores de bajo costo, combinada con análisis estadísticos o aprendizaje automático, podría complementar la calidad de los datos oficiales actuales y proporcionar nuevas vías para obtener información precisa en tiempo real.