Alargar la vida de los productos electrónicos beneficia al medio ambiente y a la economía circular
El informe de la AEMA, la Agencia Europea del Medio Ambiente, ‘‘Europe’s consumption in a circular economy: the benefits of longer-lasting electronics‘ analiza las oportunidades para reducir los impactos ambientales y climáticos de la electrónica al aumentar la vida útil del producto, retrasar la obsolescencia y mejorar su idoneidad para los modelos comerciales de economía circular. En la UE se consumen, de promedio, más de 18 kilogramos de productos eléctricos y electrónicos por persona cada año.
De acuerdo con la información de la AEMA, los casos de estudio en teléfonos inteligentes, televisores, lavadoras y aspiradoras muestran que todos estos tipos de productos tienen vidas medias reales que son al menos 2,3 años más cortas que la vida útil de diseño o deseada. Esto significa que existe un potencial significativo para aumentar la vida útil de estos productos, por ejemplo, facilitando su uso por períodos más largos, o mediante reutilización, reparación, remanufactura o reciclaje.
Los modelos comerciales de economía circular, que incluyen el diseño circular, el producto como servicio, la reutilización y el reciclaje, deben desarrollarse para conservar por más tiempo el valor de la electrónica. Para mejorar la ‘circularidad’ de los productos electrónicos, el informe destaca la necesidad de fortalecer los requisitos de diseño ecológico de los productos y mejorar sus potenciales de reparación, eliminación y refabricación. Otras medidas incluyen un mayor uso de la etiqueta energética de la UE, el desarrollo de la contratación pública ecológica y la extensión de la responsabilidad del productor al final de la vida útil de los productos.