El proyecto AP-WASTE busca valorizar hasta 5 tipos de agroplásticos a través de insectos y microorganismos
El proyecto AP-WASTE, financiado por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y creado por el Grupo Operativo integrado por ASAJA, SIGFITO, REPSOL, CEBAS-CSIC, el centro tecnológico ITENE y la Universidad Miguel Hernández, busca convertirse en una referencia internacional en el ámbito del tratamiento y valorización de plásticos fuera de uso a través de su tratamiento con combinaciones específicas de insectos y microorganismos.
Por su alcance (5 tipos de agroplásticos), por la cantidad de muestras y variables a analizar (más de 1.500) y por el número de puntos donde se realizarán los experimentos (6 laboratorios y granjas de cría de insectos), el proyecto AP-WASTE supone uno de los mayores estudios en el mundo realizados hasta la fecha para la biovalorización de plásticos fuera de uso.
El proceso completo comenzará con la recogida de plásticos fuera de uso procedentes de distintos tipos de cultivos. A continuación, se realizarán diversos tipos de pretratamientos, tanto físicos como químicos, para acelerar los procesos de biodegradación previa a la actuación de los insectos.
Por último, los insectos biodegradarán los plásticos gracias a los microorganismos propios de su sistema digestivo, descomponiendo y haciendo desaparecer un porcentaje importante de los agroplásticos.
Otra de las habilidades de los insectos, utilizados como medio de valorización de residuos, es su capacidad de adaptación a los alimentos disponibles y que les ha convertido en la especie animal más adaptada y extendida de la naturaleza. Gracias a ello los insectos son capaces de convertir casi cualquier residuo orgánico y muchos de los inorgánicos en productos de alto valor añadido.
Según la UE, más de 12 millones de toneladas de agroplásticos se acumularán en el medio ambiente en el año 2050. AP-WASTE propone que nuestros agricultores se conviertan en recolectores de sus propios residuos plásticos y que esa buena práctica medioambiental pueda ser bonificada económicamente.
Además, AP-WASTE valorizará los plásticos una vez acabada su vida útil y los convertirá en potenciales materiales para que los fabricantes de plásticos accedan a esa materia prima para la generación de bioplásticos más sostenibles y respetuosos con el medioambiente. Para obtener estas materias primas los insectos convertirán una gran cantidad de plásticos fuera de uso en quitina, un polisacárido presente en sus exoesqueletos y que puede ser empleado en la fabricación de bioplásticos.
AP-WASTE, además de proponer y desarrollar un proceso biotecnológico para valorizar los plásticos tras su uso, permite convertirlos en beneficio tanto para fabricantes como para los propios agricultores y las industrias verdes (reciclaje, valorización, etc.), ofreciendo una alternativa real a la valorización energética de los residuos.
Los insectos permitirán convertir los residuos plásticos en quitina, en biofertilizantes de alta calidad y en otros productos para su utilización en otras aplicaciones no alimentarias: recuperación de nutrientes, recuperación de metales, biorremediación de suelos contaminados, etc.
Un proyecto con grandes beneficios bioeconómicos
La potencial puesta en marcha del proyecto en la agricultura española supondría:
- La retirada y valorización de más de 220.000 toneladas/año de plásticos acumulados en el suelo productivo.
- La reducción potencial de emisiones en la agricultura de más de 1.000 Tm de CO2 y casi 1.000 de amoniaco.
- La generación de riqueza en entornos rurales en más de 200 millones de euros anuales.
- La generación de más de 22.000 puestos de trabajo en entornos rurales gracias a la valorización de residuos no solo plásticos, sino también residuos orgánicos procedentes de otras actividades.
Por todo ello la aplicación de las soluciones técnicas incluidas en el proyecto AP-WASTE podría contribuir a que nuestro sector primario nacional se convierta en una referencia mundial en la aplicación de modelos de economía circular con alto impacto bioeconómico.
Fuente: ITENE