El proyecto BioICEP acelerará la degradación del plástico tradicional y lo convertirá en biopolímeros
AIMPLAS, el Instituto Tecnológico del Plástico, forma parte del proyecto BioICEP (Bio-Innovation of a Circular Economy for Plastic), que comenzó en febrero y está financiado por el programa Horizonte 2020. El objetivo del proyecto es desarrollar alternativas al plástico fabricado a partir del petróleo tradicional que sean sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.
El proyecto, que incluye la participación de tres centros de investigación de China, utilizará un innovador proceso de triple acción para acelerar la degradación del plástico tradicional y convertirlo en biopolímeros y bioproductos, que podrán utilizarse como sustitutos naturales y biodegradables de los plásticos en el sector del packaging y farma.
BioICEP persigue de esta manera reducir la cantidad de residuos plásticos en el medio ambiente. Para ello, los socios se han escogido de manera que representan distintos ambientes de contaminación plástica mixta y cuentan con la experiencia y las instalaciones necesarias para llevar a cabo las innovaciones técnicas.
La solución que plantea el proyecto BioICEP está centrada en el uso de tres tecnologías, que acentúan, aceleran y aumentan la degradación de los plásticos a niveles muy superiores a los que se pueden alcanzar en la actualidad. Se trata de un sistema de despolimerización de triple acción que descompondrá los residuos plásticos mediante tres procesos consecutivos. En primer lugar, procesos de desintegración mecano-bioquímica, incluida una nueva tecnología patentada basada en ultrasonidos para reducir el peso molecular de los polímeros base para facilitar la biodegradación. En segundo lugar, digestión biocatalítica con enzimas mejoradas mediante diferentes técnicas innovativas incluyendo un screening a través de sensores fluorescentes y evolución dirigida. Por último, consorcios microbianos desarrollados a partir de las mejores cepas individuales, que, combinadas, llevan a cabo una degradación de las corrientes de residuos plásticos mezclados altamente eficiente. Los productos de este proceso de degradación serán empleados para la síntesis de nuevos polímeros u otros bioproductos para posibilitar la economía circular de nuevos plásticos a partir de residuos.
El papel de AIMPLAS en el proyecto consiste en el tratamiento previo de los plásticos mediante degradación térmica asistida por microondas, despolimerización asistida mediante CO2 supercrítico y extrusión reactiva para facilitar la acción enzimática y microbiana. Además, AIMPLAS es el encargado de coordinar la diseminación y explotación de resultados, así como las actividades de comunicación.
Fuente: AIMPLAS