El sector cerámico plantea medidas para reducir la factura energética
- El sector reclama medidas frente a un aumento de los costes de la energía que resta competitividad a la industria y compromete la viabilidad de las empresas.
El sector español fabricante de baldosas cerámicas, una industria intensiva en energía, afronta una subida de costes energéticos que están lastrando su competitividad y comprometen la viabilidad futura de las empresas. Los precios de la electricidad arrancaban enero en 60,17 €/MWh y cerraron agosto en 105,94 €/MWh. La industria ha visto como el precio medio en 2021 se ha incrementado el 100% comparado con el precio medio de 2020. Por su parte el gas arrancó en enero en 28,33 €/MWh y se cerró agosto en 49,05 €/MWh. Un aumento del precio medio de 2021 respecto de 2020 del 50%. Estas subidas en las facturas de gas y electricidad se traducen en un incremento de la factura energética global del sector del 61% y se estima un impacto en el sector de más de 300 millones de euros. Además, el precio del CO2 no ha dejado de subir pasando de 33,69 € a principios de año a 62,45 € la primera semana de septiembre.
Esta situación golpea directamente en la economía doméstica y en la competitividad de las empresas que ven como sus márgenes se reducen a diario fruto del encarecimiento de elementos esenciales para su producción como la luz, el gas o las materias primas. En este sentido, los incrementos del gas y el CO2 están catapultando los precios de la tierra atomizada, materia prima fundamental para la producción cerámica lo que conduce a ahondar la pérdida de competitividad y pone en riesgo la supervivencia del sector con la consecuente pérdida de puestos de trabajo.
La industria, y las empresas en general, no pueden trasladar sus precios al consumidor de forma automática. Las tarifas se revisan cada cierto tiempo, y las ofertas tienen periodos de validez que se deben respetar. Los precios trasladados al cliente quedan obsoletos en estos días de escalada desmedida.
“En este contexto, tanto empresas como ciudadanos miramos al gobierno con la esperanza de encontrar soluciones a una situación que amenaza con dinamitar las economías domésticas y la competitividad de las empresas, sin embargo, percibimos que tanto gobierno como oposición están más enfocados en hacer política que en buscar soluciones de calado. Así, la propuesta del gobierno de reconducir los windfall profits de determinadas centrales y de eliminar parte de los beneficios de las eléctricas, no son una solución, son un parche”, declara Vicente Nomdedeu, presidente de ASCER.
El Banco de España identificaba en su informe de principios de agosto que el incremento del precio de la electricidad se debía en un 50% al precio del gas y en un 20% al precio del CO2. Dos factores que vienen afectando al sector azulejero de forma directa, por lo que las propuestas que venimos trasladando al ejecutivo para reducir el impacto de los precios energéticos en nuestras economías tienen más validez que nunca.
La primera medida que propone el sector es eliminar el sistema marginalista de precios del pool eléctrico por un sistema ponderado. De esta forma cada energía se contabilizaría en función de su precio y la cantidad de MW aportados al pool. Así una energía cara no afectaría al precio de las demás y no habría windfall profits que retirar.
España paga los mayores peajes de Europa en la factura del gas (y en el caso de la electricidad sucede algo parecido). No se puede actuar sobre los precios de los mercados internacionales del gas, sin embargo, desde ASCER reclaman una intervención en la parte regulada internamente. Reducir los peajes supondría reducir esa diferencia con nuestros homólogos europeos. Otra forma de aligerar la factura del gas sería reducir el Impuesto Especial de Hidrocarburos (IEH), garantizando así un tratamiento justo y equilibrado respecto del otorgado a la electricidad.
Promover los gases renovables
El sistema eléctrico va a depender del gas por mucho tiempo y España es deficitaria en este sentido. Se debe promover la inversión en gases renovables para reducir la exposición a los mercados internacionales. Sin embargo, el gobierno apenas ha destinado 100 millones de euros en su nueva hoja de ruta del biogás con una tímida capacidad de generación de 10,41 TWh para todo el país hasta 2030. Cabe destacar que sólo el sector cerámico consume anualmente 14 TWh, señalan desde la asociación.
La entrada de especuladores en el mercado de CO2 a los que nada importa la descarbonización ni las políticas verdes ha disparado el precio que ha pasado de 5€ en 2017 a 62€ en 2021. Desde ASCER han trasladado a la ministra Ribera la necesidad de que el Gobierno de España se posicione de forma firme en la UE frente a la presencia de esos actores en el mercado de derechos de emisión ya que pervierte el mecanismo y tiene gravísimas consecuencias para las economías productivas y domésticas de todos los países europeos.
Por último, desde el sector señalan que no se puede lograr reducir el precio de la factura de la luz aumentando el precio del gas o de los combustibles como plantea el FNSSE. La inversión en energías renovables, especialmente fotovoltaica, debe ser un elemento incentivador para todos, pero no puede suponer un castigo para aquellas industrias que no tienen una alternativa al gas o a los combustibles como la industria pesada o los transportes por carretera.
Es necesario que gobierno y oposición aparquen sus diferencias y busquen soluciones para el problema energético de este país. De continuar esta deriva, el incremento de precios será muy superior a cualquier incremento de salarios y conducirá al país a una recesión con inflación lo que definitivamente nos alejará de nuestros vecinos europeos ahondando en esa Europa de dos velocidades que tanto nos esforzamos por eliminar. La pérdida de competitividad y de rentabilidad de las empresas azulejeras puede desembocar en una pérdida de puestos de trabajo y afectar negativamente a la economía de toda una provincia.
Fuente: ASCER – Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos