España y otros 10 países piden a la Comisión Europea un objetivo climático ambicioso para 2040
- 11 Estados miembros han firmado una carta en la que demandan acciones concretas para la reducción de emisiones, que reafirmen a la UE como líder global y envíe una fuerte señal política a otros grandes emisores.
La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra del Ministerio para Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), Teresa Ribera, ha firmado junto a sus homólogos de otros 10 países más de la UE una carta conjunta en la que demandan a la Comisión Europea un objetivo climático ambicioso para 2040. Además de Teresa Ribera, suscriben la misiva sus homólogos de Alemania, Francia, Portugal, Dinamarca, Austria, Países Bajos, Finlandia, Luxemburgo, Irlanda y Bulgaria.
En ella, Ribera y el resto de firmantes subrayan que la necesidad de una acción climática global ambiciosa nunca ha sido más evidente que en estos momentos. 2023 resultó ser el año más cálido registrado, y el calentamiento global intensificará una serie de efectos adversos que pondrán en riesgo el bienestar y la seguridad del mundo.
En su reunión de los días 14 y 15 de diciembre de 2023, el Consejo Europeo acogió con satisfacción las Conclusiones del primer Balance Mundial celebrado esa misma semana en la COP28 de Dubái. En particular, el acuerdo para acelerar la reducción de emisiones contaminantes hacia unas emisiones netas cero para 2050, de acuerdo con la mejor ciencia disponible, para mantener vivo el objetivo de 1,5 °C.
“Es crucial que la UE traduzca esto en acciones concretas y ambiciosas para enviar una fuerte señal política que afirme que la UE predicará con el ejemplo para convencer a otros grandes emisores de que sigan la misma senda y garanticen las contribuciones necesarias para mantener vivo el 1,5°C de manera adecuada antes de la COP30”, señala la carta.
Sin embargo, tanto Teresa Ribera como el resto de sus socios firmantes consideran que solo pueden persuadir a otros de dar un paso al frente si hacen el trabajo desde casa. Por lo tanto, añaden, “animamos encarecidamente a la Comisión Europea a que en su próxima comunicación recomiende un objetivo climático ambicioso para la UE para 2040”.
Al mismo tiempo, se debe garantizar una implementación adecuada del paquete legislativo Fit for 55, que refuerce la credibilidad de la UE en el escenario internacional a la hora de demandar a otros actores la misma ambición climática.
Un 1,5ºC vivo
Se debe garantizar un objetivo climático europeo a 2040 ambicioso alineado con el objetivo de 1,5ºC que debe tener en cuenta los principios de la Ley Europea del Clima, como es la mejor ciencia disponible, la costo-eficiencia, una transición justa y equitativa y los costes de la inacción; así como el asesoramiento del Consejo Asesor Científico Europeo sobre Cambio Climático. Igualmente, se debe asegurar que la UE esté plenamente encaminada hacia la neutralidad climática a más tardar en 2050, con el objetivo de lograr emisiones negativas a partir de entonces.
La comunicación de la Comisión debería permitir a la UE comunicar a principios de 2025, antes de la COP30 -a celebrar ese año en Brasil- una Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) con la ambición europea a 2035. Asimismo, un objetivo ambicioso también contribuirá a la eliminación gradual de los combustibles fósiles.
Transición con justicia social
“Para liderar el camino debemos garantizar que la acción climática sea una oportunidad para todos”, señalan la vicepresidenta Ribera y el resto de sus socios. “Por tanto”, continúan, “la transición verde debe seguir siendo económicamente viable, tener costes manejables y no dejar a nadie atrás, especialmente a los ciudadanos más vulnerables”.
Una acción climática ambiciosa permitirá beneficiarse de las sinergias entre políticas y prioridades ambientales, así como reducir los impactos climáticos futuros, particularmente en los más vulnerables. Por lo tanto, apoyar la transición verde y abordar los efectos distributivos debe ser una prioridad.
Cumplir los objetivos climáticos de manera costo-eficiente es esencial para el crecimiento económico, la seguridad energética y el aumento de la competitividad industrial de la UE. Será clave también para salvaguardar la resiliencia de la UE, aprovechar plenamente los beneficios de la transición verde a través del comercio basado en reglas y fortalecer la autonomía estratégica abierta europea, además de brindar una ventaja competitiva a escala global.
“Enviará una fuerte señal al mercado para aumentar el desarrollo interno y la fabricación de tecnologías de emisiones netas cero en la UE, allanando el camino para aumentar la competitividad y haciendo de la UE el centro más atractivo para el desarrollo y la producción de tecnologías de emisiones netas cero. Además, traerá múltiples beneficios a los ciudadanos, incluido un medio ambiente más saludable y oportunidades de empleo preparadas para el futuro en sectores e industrias ecológicos”, concluye la carta.