La ciudadanía como factor clave para luchar contra el cambio climático
La Cátedra de Cooperación y Desarrollo Sostenible ha celebrado la jornada «Alianzas frente al Cambio Climático» dentro de las actividades programadas para este 2021 en el marco del convenio de colaboración establecido entre la Universitat Jaume I y la Generalitat. Durante la inauguració, Xelo Angulo, directora general de Cooperación al Desarrollo, ha destacado la voluntad autonómica de movilizar medios para promover el cumplimiento de la Agenda 2030, poniendo como ejemplo la propia financiación de la Cátedra. En su discurso ha abordado también la necesidad de mantener una visión global y el fomento de las alianzas para luchar contra el cambio climático y mantener una hoja de ruta sostenible.
Por su parte, el director de la Cátedra y vicerrector de Internacionalización y Cooperación, Joan Martín Montaner, ha remarcado la necesidad de generar alianzas entre los distintos agentes sociales para planificar acciones realmente efectivas, en consonancia con la filosofía de las Cátedras Universitarias. «Los efectos del cambio climático prácticamente ya no son cuestionados, es el momento de que todos los agentes sociales nos pongamos de acuerdo», ha comentado.
Durante la sesión se han abordado los impactos que tiene el cambio climático. Por una parte, Jeremy Schlickenrieder, oficial de recursos naturales de la FAO, ha explicado el efecto que tiene el cambio climático en la situación actual de seguridad alimentaria, empeorada por la COVID-19, y la necesidad de mitigar el efecto que tiene la producción agrícola, «se estima que el 20% de las emisiones globales de CO2 provienen de dicha producción», ha comentado. Por otra parte, Simon Leiva, coordinador de la Global Alliance for Climate Smart Agriculture (GACSA), ha identificado tres pilares fundamentales para abordar el cambio climático desde la agricultura: el aumento de la producción sostenible y los ingresos agrícolas, la adaptación y creación de resiliencia frente al cambio climático y la absorción de gases invernaderos.
Seguidamente, Inmaculada Martínez Zarzoso, catedrática de Economía Aplicada de la UJI, ha hablado del impacto que tiene el cambio climático en la modificación de los flujos de población y las migraciones. Identificando desplazamientos provocados por los desastres naturales o a causa del deterioro de las condiciones medioambientales que afectan a las regiones más vulnerables que a la vez son las regiones empobrecidas. Se plantea la disyuntiva de cómo reconocer legalmente a los refugiados ambientales dentro del marco de derecho actual y la necesidad de establecer evidencias empíricas cuando la distinción entre personas migrantes económicas y climáticas puede llegar a ser muy difuso.
La profesora de Fundamentos del Análisis Económico de la UAM, Carmen Arguedas, ha remarcado la existencia de tres problemas fundamentales a la hora de enfrentarnos al cambio climático: la inexistencia de una autoridad supranacional que obligue a cumplir los acuerdos, que los participantes preferirían no contribuir, contribuir por debajo de lo requerido e intentar aprovecharse de las contribuciones de los otros, y las grandes dosis de incertidumbre. «Incertidumbre que nos plantea diversas preguntas: ¿cuánto hay que contribuir?, ¿cuánto perderemos en caso de catástrofe? y, ¿de cuánto tiempo disponemos?» ha dicho.
En la sesión de la tarde se ha tratado la temática de las alianzas. Javier Benayas, catedrático de Ecología de la UAM, ha reflexionado sobre la necesidad de educar a la gente para que todas las decisiones que tomen tengan en cuenta los recursos sostenibles y, además, la necesidad de generar dichos recursos ya que vivimos es un modelo de sobreconsumo. En ese papel de educar a la ciudadanía del futuro la Universidad es un elemento clave, ha comentado «tiene que sentar las bases de la transformación». Asimismo, ha presentado el trabajo que realiza la Red Española de Desarrollo Sostenible con sus interesantes informes sobre el nivel de consecución de los ODS.
Igualmente, Julio Eisman, miembro del Comité de Ingeniería y Desarrollo Sostenible del Instituto de Ingeniería de España, ha señalado a la ciudadanía como factor clave debido a que su forma de consumir manda un mensaje directo a las empresas y la necesidad de invertir en cambiar los modos de producción actuales. Con respecto a las alianzas remarca la complejidad del proceso y la necesidad de establecer confianza y transparencia siendo flexibles en un estado de aprendizaje continuo.
Por su parte, Eva Gurria, coordinadora de soluciones basadas en la naturaleza ha incidido en la necesidad de voluntad política y el abordaje de las distintas crisis de forma conjunta, «solo podemos conseguir el cambio a través de acciones colectivas involucrando a toda la sociedad», ha comentado. Durante su intervención ha mostrado ejemplos exitosos de alianzas y acciones que vinculan la acción local con lo global; poniendo el foco en todo momento en el apoyo en la juventud como motor comprometido con la lucha contra el cambio climático.
Por último, Javier Cortés, codirector de LEAD Sostenibilidad y experto en Alianzas para la Agenda 2030 ha planteado la necesidad no de aplicación sino de construcción de la Agenda de abajo a arriba, desde un abordaje de colaboración radical, sostenido en el tiempo y a largo plazo. Para lograr dicho objetivo habría que: interpelar a la ciudadanía, transformar las organizaciones, mantener un enfoque de misión conjunta con espacios de diálogo entre los distintos agentes y fomentar un estado emprendedor.
Impulsada por la UJI y la Conselleria de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática, la Cátedra de Cooperación y Desarrollo Sostenible tiene como objetivo impulsar actividades relacionadas con la formación, investigación, información y documentación dirigidas al logro de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, y en particular de las metas de los objetivos de desarrollo sostenible vinculado al eje central de alianzas.
Fuente: Universitat Jaume I – UJI