La Generalitat Valenciana ultima una estrategia para fortalecer el ecosistema tecnológico del hidrógeno verde
- La adhesión a la Alianza de Valles del Hidrógeno Verde sitúa a la Comunitat Valenciana como referente en el impulso de las energías renovables.
El secretario autonómico de Industria, Comercio y Consumo, Felipe Carrasco, ha avanzado que la Generalitat ultima una estrategia única del hidrógeno verde, basada en una colaboración público-privada, para la captación e inversión en este vector energético.
Además, ha explicado, esta estrategia tiene como objetivo fundamental “el fortalecimiento del ecosistema tecnológico del hidrógeno verde”. En este sentido, ha incidido en que actualmente la Comunitat Valenciana “ya es capaz de desarrollar tecnología propia” y la Generalitat va a continuar impulsando su desarrollo en 2025 “para nutrir de competitividad a nuestras empresas del hidrógeno verde”.
Desde la Conselleria de Industria, Innovación, Comercio y Turismo, que dirige Marián Cano, la planificación y organización del ecosistema energético constituye una prioridad para, como ha explicado Carrasco, “continuar liderando el panorama industrial español”.
A este respecto, el secretario ha destacado que la adhesión de la Generalitat Valenciana a la Alianza de Valles del Hidrógeno Verde, constituida esta semana en Huelva, sitúa a la Comunitat Valenciana “como región referente en el impulso de las energías renovables”.
Carrasco ha subrayado que esta adhesión se alinea con el objetivo del Gobierno Valenciano de impulsar la energía como “palanca” de fortalecimiento y competitividad de la industria valenciana y “demuestra el compromiso decidido del Consell en liderar la transición energética”.
Alianza de Valles del Hidrógeno
La Alianza de Valles del Hidrógeno renovable, de carácter nacional, nace para colaborar conjuntamente en el impulso de la cadena de valor del hidrógeno renovable, avanzar en proyectos en colaboración y mejorar la capacidad de interlocución con las distintas instituciones españolas y comunitarias.
Está integrada por 16 valles de hidrógeno de toda España, suma 611 entidades involucradas y 333 proyectos, que implican la producción de 900.000 toneladas al año de hidrógeno y el abatimiento de más de 11 millones de toneladas de CO2 anualmente.
Hay que tener en cuenta, -ha añadido Felipe Carrasco-, que el hidrógeno renovable “es un vector energético clave para hacer realidad el compromiso europeo de cero emisiones netas para 2050 y la reducción de la dependencia energética”.
Para el secretario autonómico, España cuenta con condiciones idóneas para hacer del hidrógeno renovable “no sólo un aspecto fundamental para la transición energética sino también una oportunidad para el desarrollo industrial, económico, social y tecnológico”.
Así pues, con el objetivo de llevar a cabo las distintas iniciativas promovidas en torno a este vector energético, los 16 valles de hidrógeno, integrados por empresas y organizaciones públicas y privadas, pertenecientes a los diferentes eslabones de la cadena de valor de este producto, cooperarán para fomentar el desarrollo de ecosistemas locales en torno a la economía del hidrógeno.
El hidrógeno verde, fuente de energía limpia
Producido mediante electrólisis con electricidad renovable, el hidrógeno verde presenta ventajas notables para las empresas que buscan alinearse con los objetivos de sostenibilidad y reducir su huella de carbono. Su proceso de producción evita la emisión de gases de efecto invernadero, lo cual contribuye directamente a la mitigación del cambio climático.
Al mismo tiempo, ofrece una mayor independencia energética, permitiendo a las empresas diversificar sus fuentes de energía y disminuir la dependencia de combustibles fósiles, cuya volatilidad representa un riesgo creciente para la continuidad de las operaciones.
Además, el hidrógeno verde puede emplearse como una fuente de energía limpia y versátil en aplicaciones como la generación de electricidad, la movilidad en vehículos de hidrógeno y la calefacción industrial. En este sentido, resulta crucial para descarbonizar sectores industriales que requieren altas temperaturas y que son difíciles de electrificar, como el acero, el cemento y el vidrio.
Este recurso almacenable también permite a las empresas superar uno de los principales desafíos de las energías renovables: la intermitencia, ya que puede acumularse en momentos de alta producción energética y utilizarse en periodos de baja disponibilidad, garantizando así un suministro energético más estable.
Al impulsar la innovación y la colaboración entre empresas, centros de investigación y gobiernos, se fortalecen sectores estratégicos y se crean nuevos nichos de empleo verde, elevando así la competitividad y la sostenibilidad a largo plazo de las organizaciones.
Fuente: GVA | Generalitat Valenciana