La ‘Guía de Acción para la Educación Ambiental de la Comunitat Valenciana’ llega a las 150 entidades adheridas y supera los 280 proyectos
La Guía para la Educación Ambiental de la Comunitat Valenciana cuenta ya con un total de 150 entidades adheridas y supera los 280 proyectos recogidos en el Plan de Acción en materia de gestión de los residuos, conservación de espacios y especies, prevención de incendios o lucha contra el cambio climático.
La consellera de Agricultura, Desarrollo, Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, ha explicado que la Guía, que lleva por subtítulo Educación Ambiental en Ruta (EAR), «es el marco estratégico de referencia y apoyo educativo para la construcción de un modelo de sociedad basada en principios de sostenibilidad. Un documento que tiene el propósito de orientar, impulsar y mejorar las actividades de educación ambiental en la Comunitat Valenciana».
Los objetivos principales de esta guía se centran en varios frentes como; el fomento de movimientos participativos de carácter social, económico y ambiental; el impulso de líneas de actuación en materia de educación ambiental y la necesidad de disponer de un marco de referencia que refleje el compromiso de la Administración y permita articular estrategias transversales de sostenibilidad.
Para la consecución de estos objetivos, la guía cuenta con un Plan de Compromisos para la Acción que se sustenta en las adhesiones y los compromisos. La adhesión es la fórmula por medio de la que una entidad manifiesta estar de acuerdo con los objetivos y las líneas de acción de la EAR para su sector y se compromete a trabajar para conseguirlos. Los compromisos son aquellas actividades o programas que desarrollan las administraciones y las entidades adheridas para lograr los objetivos y las líneas de acción del documento. En este momento hay en marcha más de 280 proyectos.
Mollà ha valorado los compromisos como el «reflejo del impulso de la educación ambiental en nuestra Comunitat y un éxito en la gestión de la misma». Una labor que desempeña el Centro de Educación Ambiental de la Comunitat Valenciana (CEACV) y la propia Conselleria, sin olvidar a los compañeros y compañeras del Cefire CTEM -Centros de Formación, Innovación y Recursos Educativos, Científico, Tecnológico y Matemático-«.
Algunos de esos impulsos se trasladan también a la legislación. El Plan Integral de Residuos de la Comunitat Valenciana incluye la figura del profesional del educador ambiental y el anteproyecto de Ley Valenciana de Cambio Climático y Transición Ecológica propone la formación en educación ambiental en todos los niveles educativos.
Actualmente, y en solo dos años desde su creación, la EAR cuenta con un total de 150 entidades adheridas, entre los que se encuentran más de 100 centros educativos de la Comunitat Valenciana, asociaciones, administraciones y una veintena de empresas.
La última empresa en adherirse ha sido la Emtre (Entidad Metropolitana para el Tratamiento de Residuos). Para su presidente, Sergi Campillo, la educación ambiental es fundamental en las políticas públicas, que no se tienen que ocupar solo de gestionar los residuos o de la limpieza del espacio público.
«Se trata de formar a la ciudadanía en la sostenibilidad y en el medio ambiente. Para ello, hemos diseñado un plan que abarcará los próximos cuatro años en el que se invertirán 1,6 millones de euros en acciones de educación ambiental el área metropolitana de València». «También nos hemos integrado en la EAR para compartir experiencias, unir esfuerzos y crear sinergias con otras administraciones y entidades que trabajan en la educación ambiental», ha señalado Campillo.
Mollà ha animado a sumarse a todas aquellas entidades con sede en la Comunitat Valenciana cuyos objetivos, actividades y acciones estén en línea con los de la guía: «Solo sumando el esfuerzo y el trabajo de todos será posible cumplir los 10 objetivos fundamentales que marca el documento para lograr la transición ecológica».
Por su parte la directora general de Cambio Climático, Celsa Monrós, ha subrayado que la adhesión «supone participar en un proyecto común de mejora e impulso de la educación ambiental en nuestro territorio, respaldado por el trabajo de muchas personas y entidades»
Monrós ha señalado «la necesidad de que exista una buena y correcta planificación de la comunicación ambiental como instrumento imprescindible para la gestión ambiental, y por ello debemos de fomentarla y diseñar herramientas eficaces que la mejoren para así lograr un mayor impacto social».
Fuente: GVA