La UJI espera cubrir el 20% de su demanda eléctrica con energía solar para el año 2030
La Universitat Jaume I (UJI) apuesta por un plan de impulso a las infraestructuras de energía solar fotovoltaica con el fin de conseguir un campus autosuficiente. Este es uno de los primeros compromisos de la entidad académica ante la emergencia climática, declarada por el Consejo de Gobierno el pasado mes de octubre, puesto que aspira a cubrir su demanda eléctrica con un 20% de fuentes renovables en el horizonte del año 2030. La primera instalación ya presupuestada permitirá cubrir de placas solares el techo del edificio de ampliación de la Facultad de Ciencias de la Salud.
El vicerrector de Campus y Vida Saludable, Rafa Mayo, ha promovido la constitución de un grupo de trabajo por la sostenibilidad y contra el cambio climático para elaborar un plan estratégico bienal que integre las actuaciones para hacer frente a la emergencia climática. Esta comisión se reunirá para tratar varias temáticas como por ejemplo la energía, la gestión del agua, la movilidad, la compra sostenible, la investigación o la formación y la sensibilización de la comunidad universitaria.
Esta comisión, presidida por Rafa Mayo, está formada por representantes de los cuatro centros de la UJI, del PAS, del estudiantado, de la asociación Comunidad UJIxPlaneta, del Seminario Interdisciplinar de Investigación en cambio Climático, de la Unidad de Cultura Científica y de la Innovación (UCC+i) del Servicio de Comunicación y Publicaciones (SCP), como también el técnico de gestión ambiental de la UJI, Javier Calbo, y el director de la Oficina Técnica de Obras y Proyectos (OTOP), José Roger.
«Consideramos que la Universitat Jaume I debe de ser uno de los primeros espacios desde donde impulsar políticas y acciones en defensa del medio ambiente para el bienestar actual de nuestra comunidad universitaria y también en beneficio de las generaciones futuras», argumenta el vicerrector Rafa Mayo. Por este motivo, la UJI aprobó la declaración de emergencia climática y «acabamos de poner en marcha una plan de acción para avanzar hacia un balance cero en emisiones de efecto invernadero responsables del calentamiento global, también para mejorar la calidad del aire y la salud, y conseguir una suficiencia energética basada en fuentes de energía verde», añade el vicerrector.
Rafa Mayo considera que la universidad pública de Castelló de la Plana «ya es un referente en sostenibilidad, pero tenemos que continuar avanzando a todos los niveles para poder ser ejemplo de como implementar estas políticas para otras entidades tanto del ámbito público como privado». De forma paralela, la vicerrectora de Estudiantado y Compromiso Social, Inmaculada Rodríguez Moya, también ha puesto en marcha un grupo impulsor para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
Durante la primera reunión del grupo de trabajo por la sostenibilidad y la emergencia climática se trataron temas relacionados con la energía y el agua. Además, el director de la OTOP, José Roger, presentó un completo informe sobre el diagnóstico de varios indicadores ambientales, certificaciones y planes de futuro. La cuestión más importante fue el impulso a la energía solar en el campus, pero también estudiar otras alternativas como la geotermia, a la vez que impulsar medidas de eficiencia energética pasiva en los edificios. En relación con los recursos hídricos, se comentó la próxima instalación de fuentes públicas en el campus para reducir el uso de plástico, a la vez que se apuntaron vías para reducir el consumo de caudales. Se apuntó, a su vez, la necesidad de implicar a la comunidad universitaria con el reto de la sostenibilidad a través de acciones comunicativas y señalización específica en el campus.
Fuente: Universitat Jaume I – UJI