La UPV desarrolla un método para calcular con mayor precisión las emisiones de gases invernadero del transporte
Un equipo interdisciplinar de la Universitat Politècnica de Valencia (UPV) ha publicado en la prestigiosa revista Sustainable Cities and Society, una nueva metodología para el cálculo de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del transporte y su aplicación en la ciudad de València. La revista es una de las publicaciones internacionales más consultadas entre la comunidad científica en su área.
Miguel Ángel Mateo, profesor de la UPV y uno de sus coautores, señala que “esta metodología aporta información detallada sobre cuánto, cuándo y dónde se producen esas emisiones”. “La respuesta a estas preguntas facilitará enormemente la tarea de los técnicos municipales, que podrán diagnosticar cuál es el impacto real de sus decisiones”, explica otro de sus autores, el catedrático de Física Aplicada, Javier F. Urchueguía.
Por ejemplo, los técnicos municipales podrían ajustar sus intervenciones en función de las condiciones atmosféricas o de la disponibilidad de infraestructuras de circulación y, sobre todo, podrían afinar de forma más efectiva los recursos disponibles sobre las zonas más emisoras.
La aplicación de esta metodología en la ciudad de València ha supuesto la creación de herramientas innovadoras para adquirir y filtrar los datos, una información que, en su comparación estadística, muestra un descenso continuado de las emisiones de GEI en cuatro años consecutivos, del 2016 al 2019.
El procesamiento de los datos obtenidos del transporte genera, además, un formato comprensible que permite visibilizar la información desglosada sobre las emisiones. Esto, según Mateo, “democratiza las políticas de mitigación del cambio climático, legitima las acciones de los agentes de decisión local y permite una gobernanza más participativa”.
Liderazgo europeo e innovación en el cálculo de emisiones GEI
Los 28 miembros de la Unión Europea ampliaron recientemente el objetivo de descarbonización de su economía de un 40% a un 55% para el 2030. De esta manera, la UE aceleró su transición para convertirse en la primera región global neutra en emisiones de carbono en 2050, de manera que el nivel de emisiones de carbono sea lo suficientemente bajo para que sumideros, como los bosques, las puedan absorber.
En su agenda, marcada por la emergencia climática, la Comisión Europea promueve la descentralización de las políticas de mitigación climáticas. Sin embargo, “las metodologías utilizadas actualmente no están concebidas para la movilidad local y sí, en cambio, para la cuantificación nacional. Esto hace muy complicado atribuir las emisiones a los límites geográficos de la localidad”, señala el investigador de la UPV Edgar Lorenzo, otro de los autores del artículo.
La metodología desarrollada se integra en el Sistema de Información Territorial de Emisiones (SITE), diseñado por el equipo de investigadores de la UPV, y aprovecha la información de los sistemas urbanos de control de tráfico y de los sistemas de monitorización.
Mapa detallado por barrios y franjas horarias
La prueba piloto llevada a cabo en la ciudad de València, gracias a la colaboración de la Oficina de la Ciudad Inteligente y de la Unidad de Movilidad Sostenible, del Ayuntamiento de València, muestra un mapa detallado de la localización de esas emisiones por barrios y franjas horarias diarias y estacionales. Esto permite a los técnicos municipales mejorar su comprensión de las dinámicas de su transporte y, en consecuencia, poner en marcha las medidas adecuadas.
Ciudades como Barcelona ya utilizan sistemas de monitorización muy desarrollados, que logran incluso identificar los tipos de vehículos. Pero tienen un coste elevado y, por tanto, deben ubicarse estratégicamente para optimizar al máximo la utilidad de la información generada.
La aplicación de las herramientas desarrolladas en la UPV identifica puntos estratégicos en la ciudad, para obtener información representativa y mejorar aún más los cálculos de emisiones de GEI, incluso de otros contaminantes que afectan a la calidad del aire. “Esto hace mucho más efectiva no sólo la planificación de la descarbonización del transporte, sino también la aplicación de protocolos ante episodios de altas emisiones o mala calidad del aire. Se ahorrará en tiempo de reacción y en recursos, se propondrán medidas ajustadas a las zonas afectadas y se reducirá el coste de todo ello”, puntualiza Lorenzo.
La nueva normalidad recuerda el valor de los datos en las tomas de decisiones. Urchueguía valora: “Si algo hemos aprendido en la pandemia, es que no podemos tomar medidas a ciegas, sin datos. Conocer su naturaleza y su función es fundamental para controlar las emisiones de GEI. Rigurosidad, innovación y liderazgo son fundamentales en esta era de emergencia climática”.