Las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE disminuyeron más de un 8 % en 2023, como consecuencia del impresionante crecimiento de las energías renovables
- Las emisiones netas de GEI se sitúan un 37 % por debajo de los niveles de 1990, mientras que el PIB creció un 68 % durante el mismo período.
La Comisión Europea ha publicado el Informe de situación sobre la acción por el clima de 2024, que muestra que las emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI) de la UE disminuyeron un 8,3 % en 2023 en comparación con el año anterior. Se trata de la mayor reducción anual en décadas, con la excepción de 2020, cuando la COVID-19 dio lugar a una reducción de las emisiones del 9,8 %. Las emisiones netas de GEI se sitúan ahora un 37 % por debajo de los niveles de 1990, mientras que el PIB creció un 68 % durante el mismo período, lo que muestra la continua disociación de las emisiones y el crecimiento económico. La UE sigue en vías de alcanzar su compromiso de reducir las emisiones en al menos un 55 % de aquí a 2030.
- Las emisiones de las instalaciones eléctricas e industriales cubiertas por el régimen de comercio de derechos de emisión de la UE registraron una disminución récord de 16,5 % en 2023. Las emisiones del RCDE se sitúan ahora en torno a un 47,6 % por debajo de los niveles de 2005 y van bien encaminadas para alcanzar el objetivo de reducción del 62 % para 2030.
- En el marco del RCDE UE, las emisiones procedentes de la producción de electricidad y la calefacción disminuyeron un 24 % en comparación con 2022, como consecuencia del crecimiento de las fuentes de energía renovables, en particular la energía eólica y solar, y la transición hacia el abandono del carbón. Las emisiones de la aviación aumentaron un 9,5 %, continuando su tendencia posterior a la COVID-19.
- El RCDE UE generó unos ingresos de 43.600 millones de euros en 2023 para inversiones en acción por el clima. De ellos, se asignan 7 400 millones EUR al Fondo de Innovación y al Fondo de Modernización, y el resto del dinero se destina directamente a los Estados miembros.
- Los edificios, la agricultura, el transporte nacional, la pequeña industria y las emisiones de residuos (cubiertas por el Reglamento de reparto del esfuerzo) disminuyeron en torno a un 2 % en 2023. Las reducciones fueron impulsadas por el sector de la construcción, que disminuyó en torno a un 5,5 %. Las emisiones agrícolas disminuyeron un 2 %, mientras que las del transporte disminuyeron menos de un 1 %.
- Los sumideros naturales de carbono de la UE aumentaron un 8,5 % en 2023, invirtiendo la tendencia a la baja de la última década en el sector del uso de la tierra, el cambio de uso de la tierra y la silvicultura (UTCUTS). Sin embargo, es preciso redoblar los esfuerzos para alcanzar los objetivos para 2030.
Si bien este informe ofrece noticias alentadoras sobre la reducción de las emisiones de la UE, el año pasado también se han producido más acontecimientos catastróficos y se han perdido más vidas y medios de subsistencia, derivados de nuestro ya cambiante clima, y las emisiones mundiales aún no han alcanzado su nivel máximo. Es necesario seguir actuando para garantizar que la UE cumpla sus objetivos para 2030 y se sitúe en la senda adecuada para alcanzar su siguiente objetivo para 2040 y el de cero emisiones netas para 2050. La UE también debe mantener su compromiso internacional, empezando por la COP29, para garantizar que nuestros socios internacionales también estén tomando las medidas necesarias.
Si bien los Estados miembros están mejorando lentamente la adaptación al cambio climático y el refuerzo de la resiliencia, es fundamental adoptar más medidas. En 2023, Europa sufrió los mayores incendios forestales jamás registrados, fue uno de los años más húmedos de la serie histórica y soportó grandes olas de calor marinas, inundaciones devastadoras generalizadas y un continuo aumento de las temperaturas. La Comunicación de la Comisión sobre la gestión de los riesgos climáticos y la Evaluación europea del riesgo climático subrayaron que la exposición al cambio climático debe tenerse en cuenta en todos los niveles de gobernanza a la hora de establecer las prioridades políticas, y en todas las políticas sectoriales.
El año pasado pudimos ver un compromiso productivo de la UE con sus socios internacionales para mejorar la acción por el clima, especialmente en la COP28 de Dubái. En la conferencia, las Partes concluyeron el primer balance mundial en el marco del Acuerdo de París, con decisiones sobre la aceleración de las medidas para 2030 y años posteriores, incluida la transición hacia el abandono de los combustibles fósiles, triplicando la capacidad de energía renovable a escala mundial y duplicando la tasa media anual mundial de mejoras de la eficiencia energética de aquí a 2030. La UE, sus Estados miembros e instituciones financieras, conocidos en conjunto como Equipo Europa, siguen siendo el principal contribuyente de ayuda al desarrollo y también de financiación de la lucha contra el cambio climático, pues representan aproximadamente un tercio de la financiación pública destinada a la lucha contra el cambio climático.
Fuente: Comisión Europea